Un modelaje fuera del patrón de la inclusividad

Ocho de cada diez consumidores españoles afirman que la diversidad y la inclusión influyen en sus decisiones de compra

Modelos de todo tipo de perfiles. Fuente:Pinterest


Todo empieza con el sueño de querer empezar dentro del mundo del modelaje. En el que hay personas que quieren vivir las mismas experiencias y vidas que modelos que son populares como Bella Hadid, Emily Ratajkowski o Anok Yai. El golpe de realidad llega cuando se dan cuenta de que ese mundo está muy alejado de su alcance, ya que aunque parezca que cualquiera puede ser modelo los cánones de belleza siguen presentes. “Una modelo plus size me dijo que no encontraba trabajo por estar gorda”, destacó Julia Álvarez, fotógrafa de Caos Studio.

En los años 80 y 90, las modelos eran descubiertas mientras realizaban actividades de su vida cotidiana. Un claro ejemplo es Kate Moss, una supermodelo británica, que fue descubierta con 14 años en el aeropuerto, por la fundadora de la agencia de modelos Strom. Ahora los roles han cambiado y en el caso de querer ser modelo hay que prepararse para ello. “Cuando empiezas de cero y vas a una agencia de modelos, ellos mismos te hacen las polaroid, y además, te sacan fotos con diferentes prendas y poses. Así tienen una idea de cómo te ves en las fotos antes de contratarte”, explicó Olatz López, modelo profesional de Blow Models.

Entrar en una agencia de modelos no siempre es lo ideal ni lo más agradable, porque aunque su trabajo es preparar a las modelos para encontrarles castings, muchas de las agencias no cumplen bien esa función. “Estuve cuatro meses en una agencia en la que nunca me dieron ningún trabajo y me trataban mal por no tener experiencia”, desveló Gaby de La Torre, modelo freelance. Asimismo, Anthony Kan, fotógrafo desde hace más de 10 años, que trabajaba para la agencia de modelos SF 40 en Bilbao mencionó que muchas agencias de modelos no entienden de modelos ni de moda, solo de dinero, porque para ellos es un negocio.

Modelos realizando su trabajo. Fuente: Pinterest.

En lo que se refiere a la belleza física, desfiles de lencería como los de Victoria 's Secret que han llegado al alcance de más de dos millones de espectadores, han sido los que han promovido durante años un canon de belleza prácticamente imposible de conseguir. Las modelos que desfilaban para la marca tenían que tener unas medidas de 86 cm de pecho, 60 cm de cintura y 86 cm de cadera, además de contar con una altura a partir de 1,75 centímetros. Por otro lado, las modelos se tenían que preparar semanas antes del desfile entrenando dos veces al día, mientras lo compaginaba con una dieta líquida basada en batidos de proteína y huevo en polvo nueve días antes del desfile.

A causa de la popularidad de modelos y famosos que seguían los cánones de firmas como la de Victoria 's Secret, se retrocedió a una delgadez similar a la de los 2000. “Cuando tenía 17 años, en la agencia me exigían bastante que tenía que estar en forma, hacer deporte y comer bien”, afirmó Olatz López. Pero, ser modelo no solo consiste en tener un cuerpo estético que les guste a las marcas. “Sin actitud y sin profesionalidad no sirve de nada el físico”, mencionaron Anthony Kan y Elizaveta Filippova, modelo y diseñadora de moda. 

Debido a la polémica con el físico de las modelos de Victoria 's Secret y a las activistas que reivindicaban cuerpos más inclusivos, la marca sufrió una crisis de reputación y en 2018 hizo su último desfile después de 23 años. Aunque en 2024 volvió tras realizar cambios dentro de la firma y optar por un enfoque más inclusivo. En el show se apreciaban modelos de diferentes rangos de edad, como Claudia Schiffer (54) y Kate Moss (50), o modelos trans como Alex Consani y Valentina Sampaio, hecho que parecía imposible después de que Ed Razek, jefe directivo de marketing de Victoria’s Secret hiciera unas declaraciones en Vogue USA en 2018 en las que decía: “¿Deberíamos tener transexuales en el desfile? No, no creo que deberíamos. ¿Y por qué? Porque el espectáculo es pura fantasía”. 

Del mismo modo, en 2019 la firma desató polémica en un intento de “inclusividad” al presentar al nuevo ángel Barbara Palvin que pesaba 55 kg, como la modelo con la talla más grande de la tienda. Por lo que otro rasgo que marcó la diferencia en el show fue la inclusión de modelos de tallas grandes como Ashley Graham o la propia Paloma Elsesser, que ejerce como embajadora de la empresa. Estas mujeres reflejan las nuevas tallas plus size que la marca ha añadido a las tiendas. Han pasado de tener como máximo en algunas prendas una talla 40, que representaría una talla L a una 44, que representaría una XXL.

Barbara Palvin el nuevo ángel de de Victoria Secret en 2019. Fuente: Pinterest.

“Personalmente, me gusta verme reflejada en las cosas que voy a comprar. No quiero ver como una prenda la lleva una modelo de 1,80 cm que es preciosa y pesa 30 kg porque no es lo habitual”, acentuó Julia Álvarez, modelo de Caos Studio. Y es que cada vez más personas optan por querer ver a modelos con perfiles y rasgos físicos más comunes, porque eso les ayuda a visualizarse a la hora de comprar algún producto. 

A pesar de que haya empresas de Fast Fashion como Shein que intentan ser incluyentes en el mercado de la moda. Las tiendas más usuales, con tiendas físicas en todo el mundo que forman parte de Inditex, siguen excluyendo aparte de la población. Esto teniendo en cuenta unas informaciones del 2022 de la Asociación de Empresas de Confección y Moda de la Comunidad de Madrid (Asecom), donde aseguran que las tallas 42 y 44 son las más vendidas, lo que refleja una realidad diferente a lo que se ve en las tiendas.

Las marcas como Zara, Stradivarius o Bershka, tienen una 44, que equivale a una XXL como talla máxima en sus tiendas y aun así se pueden encontrar defectos en las prendas. Mangas estrechas que solo entrarían los brazos de una 40 e incluso, al contrario, diseños tan grandes que no favorecen en absoluto a una silueta de una talla grande, porque parecen un globo.

En este punto es cuando hay que pensar si las marcas realmente quieren dar a la sociedad inclusividad, para que todas las personas se sientan representadas o simplemente añaden algo de inclusión para no crear polémica y que no les afecte económicamente a su empresa. “A veces sienten la obligación de hacerlo, porque la competencia lo ha hecho y se tienen que igualar a la competencia. Si ellos lo hacen nosotros también”, respondió Kan. Su compañera Filippova opina similar diciendo que las marcas realmente no lo hacen por querer hacerlo, sino por Marketing. 

Las anteriores declaraciones se confirman con un estudio reciente de la Unstereotype Alliance en colaboración con la Universidad de Oxford. Se ha demostrado que las marcas que implementan publicidad inclusiva tienen un 62% más de probabilidades de ser elegidas como la primera opción por los consumidores. Lo que se traduce en un aumento del 5% en ventas, el cual también tienen un incremento en futuras ventas del 16%.

Imagen que muestra productos que suelen vender las marcas en días especiales. Fuente: Pinterest.

Esta acción de dar inclusión para obtener ventas es similar a la del pinkwashing, que ya utilizan algunas marcas. Se basa en mostrar un falso compromiso el mes de marzo, cuando se celebra el día de la mujer o en el mes del orgullo LGTBIQ+. El problema no es mostrar un compromiso, sino que solo se muestra durante ese mes para obtener ventas y luego no se mantiene esa misma coherencia el resto del año. Esta estrategia se hace mediante las redes sociales, añadiendo contenido acerca del acontecimiento o mediante merchandising

Por último, estás estrategias no solo sirven para mejorar la posición de la marca y obtener más ventas, también sirven para mejorar la imagen de una marca que estaba decayendo. Victoria 's Secret, la firma de lencería, ha cambiado de proyectar una imagen de mujer delgada y “perfecta” a querer mostrar a todas las mujeres su belleza, poder individual y colectivo. Han pasado de proyectar solo un tipo de mujer a incluir al colectivo trans, tallas grandes y diferentes colores de piel, lo que aumenta su posibilidad de venta.


Ser modelo no es fácil

“Es un trabajo en el que hay mucha competencia y hay que saber diferenciarse”, mencionó Anthony Kan. Eso se debe a que las redes sociales han cambiado este mundo para mejor y peor. Explica que antes el mundo del modelaje era muy elitista, en el que solo había entre 10-15 modelos en el mundo y se hacían campañas grandes con esos perfiles. Sin embargo, en estos años con las redes sociales hay otros modelos que no están a su nivel y les opacan por la saturación de personas que existe. Pero no todo es negativo ya que si se trabaja duro en esta profesión, se puede llegar a tener la oportunidad de salir en Vogue.

“No obstante, ser modelo a veces, también requiere de hacer lo que pide la marca si quieres conseguir el trabajo”, advirtió Álvarez. Ella misma explica que todo tiene un precio y que si para trabajar con una firma la modelo se tiene que teñir el pelo de negro, si no lo hace va a venir otra persona que sí lo va a hacer. Es la situación que le ocurrió a Gaby de la Torre, una de las modelos entrevistadas: “Me pidieron decolorarme una ceja, no lo hice y perdí el trabajo”.

Aunque después de haber estado tantos años en la industria Olatz López afirmó que con el tiempo uno se da cuenta de que no tiene que hacer algo si no quiere y que si las marcas están interesadas, volverán a llamar. Pero es verdad que ella hace hincapié en que eso es algo que ha aprendido con el tiempo, ya que al principio iba a eventos que no quería ir por recomendación de su agencia, porque le decían que le iba a beneficiar.

Las enfermedades tienen espacio

Desfilar con una enfermedad en las pasarelas tiene un nombre y se llama inclusión, cada año se han ido viendo personas con alguna afección dentro de este mundo. Un nombre conocido en el mundo de la moda por desfilar con vitiligo es Winnie Harlow. Ella fue la primera modelo que logró subir su enfermedad a la pasarela, hecho que da un paso al frente para incluir diversos cánones de belleza en el show de Victoria 's Secret.

Asimismo, una de las fotógrafas entrevistada Julia Álvarez menciona que se está viendo un intento de inclusividad, pero desde el punto de vista publicitario, solo ve que las enfermedades tienen cabida sin son estéticas. Anthony Kan, fotógrafo de Moscku Studio, está de acuerdo y lo justifica diciendo que él sí considera que la condición de aceptar una modelo curvy en la industria es que sea guapa.

Por otro lado, la modelo y diseñadora de moda Filippova, mencionaba el caso de Sofía Jirau, una modelo con síndrome de Down que participó en el lanzamiento de una nueva colección de Victoria 's Secret. Esta modelo tuvo una entrevista con BBC Mundo en el que mencionó “¡Qué me vea el mundo entero! Y que sepa la comunidad de síndrome de Down que al igual que yo, pueden lograr sus sueños”. Mensaje que deja claro que las enfermedades no son un obstáculo y que la marca abraza la inclusión.

Sofia Jirau, la modelo con síndrome de Down que trabaja para la marca Victoria Secret. Fuente: Pinterest.

Hay que estar preparada mentalmente

Un tema que se mencionó en todas las entrevistas, es la sensación de ser reemplazable por la cantidad de personas que se dedican a la misma profesión y tal vez porque sea una profesión que para destacar hay que aprovechar las oportunidades. Lo que quiere decir que si algún modelo no acepta un término del trabajo, la marca no va a adaptar ese punto para que el acepte, elegirá a otro que no vea ningún inconveniente. 

El ser reemplazable dentro de la industria está muy unido con el poder de decisión que tiene una modelo. “Una modelo de Bilbao que trabajaba dentro de SF40 se hizo unas trenzas africanas y la agencia le advirtió que se las tenía que retirar o si no iba a quedarse fuera de su agencia. Ella se negó, pero no la echaron porque era la modelo que más dinero les generaba”, explicó Anthony Kan, fotógrafo profesional.

Filippova menciona que el poder de decisión también va muy unido al nivel que tiene la modelo, esto es, si ha aparecido en muchas campañas y es reconocida por el público, si se niega a hacer un trabajo o un cambio de look, la van a escuchar. Pero afirma que si se da la situación con una modelo que está empezando, la despiden y se queda sin trabajo. Un claro ejemplo es el de Kendall Jenner, que en varias ocasiones ha sorprendido con diferentes cambios de looks radicales en desfiles de Prada en Milán o cuando desfiló con el pelo rubio para el desfile de Burberry en 2019.

Otra situación común que tiene que pasar una modelo a veces, es escuchar ciertos comentarios acerca de ella o de su físico en los castings o cuando está ejerciendo su profesión. “Si vas a un casting de un desfile, ten en cuenta de que te van a poner en bragas y se van a sentir con todo el derecho del mundo de decir en tu cara “Esta no, porque está gorda’’”, comentó Amaya Alan, modelo freelance

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