“Mi diferencia con otros ponentes es que yo no soy sabio, yo no soy una persona inteligente, y soy consciente”
Reconocido en el mundo de la psicología positiva por ser un gran conferenciante, además de ser profesor de ADE en distintas universidades de cataluña
Victor Küppers en una de sus conferencias | de archivo
Él es Victor Küppers (Camprodon, 53 años) un apasionado del fútbol y de pasar tiempo en familia, que empezó desde pequeño a interesarse por el mundo de la actitud positiva, lo que le ha dado la oportunidad de dedicarse a lo que le gusta, que es explicar conceptos sobre psicología positiva. Es una persona interesante y curiosa por su forma de ser, pero también porque su trabajo y su vida son una antítesis. No le gusta la exposición, por ello no tiene redes sociales, pero a la vez tiene que luchar contra esa idea para poder ponerse delante de miles de personas en sus conferencias y dar lo mejor de él a la hora de explicar sus conceptos.
No suele conceder entrevistas, pero por una simple razón, y es que además de que no le gusta exponerse, no se considera interesante. Por ello, como gran aficionado del fútbol, insinuó que hubiera sido mejor entrevistar a alguien más inalcanzable e interesante como Nico Williams; ya que con Küppers es bastante fácil de contactar. En cambio, cuando un estudiante le pide una entrevista, su respuesta siempre es sí, ahí se nota que ha sido profesor de universidad y que le gusta ayudar a la juventud. Adora la gente joven, por ello su objetivo como profesor iba más allá de impartir clases. Su intención era convencer a sus alumnos de que lo más importante es la actitud, los valores, ser honesto, puesto que está bien tener títulos académicos, pero “a ti te valoran, te quieren y te aprecian por como eres, no por tus títulos, ni por tu coche, ni por tu cargo”, recalcó Küppers.
Antes de trabajar como ponente, se dedicaba a consultoría, un trabajo que le gustaba, pero el cual requería de viajar mucho y dedicar muchas horas, lo que no le agradaba porque le impedía pasar tiempo con sus hijos. En aquel entonces, tuvo un accidente en el que estuvo 6 meses de baja en la cama, por lo que le dio más que tiempo suficiente para pensar. Al volver a incorporarse al trabajo pidió “vacaciones escolares”, esto es, él quería ir a trabajar mientras sus hijos estuvieran en el colegio y después aprovechar su tiempo libre para estar con ellos. Pero aunque no le importara cobrar menos, esa opción era inviable, por lo que renunció para estar con ellos.
Víctor es católico practicante y siempre ha creído en la providencia, que se refiere a que hay que seguir caminando y al final la vida te llevará por sitios que a lo mejor no son los que esperabas. Para él todo cambió, después de publicar un artículo que se basaba en los resúmenes de los libros que había leído. En ese sentido, él considera que ha tenido suerte en su vida, ya que no sabía de la existencia de su trabajo actual y empezó de casualidad, con mucha suerte.
El trabajo de Küpper consiste en ayudar a las personas a que reflexionen, con la finalidad de que tomen el impulso que necesitan para cambiar su vida en algunos aspectos. Por desgracia, tiene una gran frustración: “La mayoría de personas que asisten a mis sesiones, escuchan, se lo pasan bien porque le pongo mucho sentido del humor, pero se marchan y a los dos días o a las 24 horas, igual se han olvidado”, confesó. Según él, esto se debe a que al final el día a día te consume.
Victor Küppers en una de sus conferencias| de archivo
Lleva 18 años trabajando como conferenciante de Psicología Positiva dando una o dos charlas al día, lo que le ayuda a sí mismo: “Voy mejorando mucho gracias a explicarlo, además ya dicen que la base del aprendizaje no tiene que ver con memorizarlo o leerlo, sino explicarlo a otras personas, eso refuerza mucho”. Aunque, no se siente del todo orgulloso, porque a él también le cuesta aplicar sus conceptos y siente que debería ser un ejemplo.
En la mayoría de sus conferencias, recalca que: “La actitud es esencial, tiene que ver con la calidad humana, si a mí me dijeran pon un sinónimo a lo que tú entiendes por actitud positiva diría que es ser buena persona”. Víctor defiende que no siempre se puede ser feliz, porque cada persona tiene sus disgustos, dramas, preocupaciones… Al final, considera que la felicidad son momentos y que es más importante estar satisfecho con el tipo de persona que es cada uno.
La fórmula de Victor Küppers | de archivo
“Lo más peligroso en mi trabajo es que se te descontroles el ego”, advirtió. Por ello, es algo que él tiene muy trabajado, ya que el hecho de que tantas personas te escuchen, aplaudan y digan que les ha gustado tu charla puede afectar a tu forma de ser. Por eso siempre hay que recordar la primera vez que uno se sube a un escenario, en el que Víctor confesó una anécdota: “Todo el mundo empieza con mucho miedo escénico, yo me compraba pantalones más anchos porque me temblaban las piernas y me servía para que no se notara”.
Küppers piensa que no es interesante, sabio e incluso inteligente, pero en verdad es un ejemplo de buena persona desde la primera vez que respondió al correo de la entrevista. Puede que no te conozca de nada, pero te contestará con profesionalidad y además con ese plus, como el concepto que menciona en sus conferencias, que le hace ser extraordinario. También, puede que no sea capaz de llevar a cabo investigaciones o de proponer modelos innovadores, sin embargo, lee a los sabios, fusiona los mensajes más importantes y crea una manera de poder trasladar ese mensaje de una manera sencilla. A veces, incluso a través de fórmulas que recopilan toda esa información.

